¿Cómo se diagnostican los trastornos del espectro autista?
Los médicos y otros proveedores de atención médica diagnostican los trastornos del espectro autista al evaluar el comportamiento y el desarrollo de una persona. Por lo general, se puede diagnosticar de manera confiable un trastorno del espectro autista a la edad de dos años. Es importante buscar una evaluación lo antes posible para poder obtener un diagnóstico y comenzar oportunamente el tratamiento y los servicios.
Diagnóstico en los niños pequeños
El diagnóstico en los niños pequeños suele ser un proceso de dos etapas:
Primera etapa: Evaluación del desarrollo general durante los chequeos periódicos de los niños
Todos los niños deben acudir a chequeos periódicos con un pediatra o un proveedor de atención médica de la primera infancia. La Academia Americana de Pediatría recomienda evaluar a todos los niños para detectar retrasos en el desarrollo durante sus chequeos periódicos de los 9, 18 y 24 o 30 meses. La evaluación específica para trastornos del espectro autista debe hacerse en las consultas de los 18 y los 24 meses. Es posible que se requieran evaluaciones adicionales si los niños presentan un alto riesgo de algún trastorno del espectro autista o de otros problemas del desarrollo.
Tomar en cuenta las experiencias e inquietudes de los padres de familia u otras personas encargadas de los niños es una parte importante del proceso de evaluación de los niños pequeños. El proveedor de atención médica puede hacer preguntas sobre el comportamiento del niño y evaluar esas respuestas junto con la información de las herramientas para evaluar los trastornos del espectro autista y las observaciones clínicas del niño. Para obtener más información sobre las herramientas de evaluación de los trastornos del espectro autista, visite el sitio web en inglés de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
Si durante este proceso de evaluación el niño muestra problemas en el desarrollo conductual o funcional, el proveedor de atención médica puede referirlo para que se realice una evaluación adicional.
Segunda etapa: Evaluación de diagnóstico adicional
Es importante detectar y diagnosticar con precisión y lo antes posible a los niños con trastornos del espectro autista, ya que esto permitirá determinar sus fortalezas y desafíos singulares. La detección temprana también puede ayudar a las personas que se encargan de los niños a determinar qué servicios, programas educativos y terapias conductuales tienen mayor probabilidad de serles útiles a esos niños.
Un equipo de proveedores de atención médica con experiencia en el diagnóstico de trastornos del espectro autista realizará la evaluación de diagnóstico. Este equipo puede incluir neurólogos infantiles, pediatras del desarrollo conductual, patólogos del habla y el lenguaje, psicólogos y psiquiatras infantiles, especialistas en educación y terapeutas ocupacionales.
Es probable que la evaluación de diagnóstico incluya:
- exámenes médicos y neurológicos;
- una evaluación de las capacidades cognitivas del niño;
- una evaluación de las habilidades del habla y del lenguaje del niño;
- observación del comportamiento del niño;
- una conversación detallada con las personas encargadas del niño sobre su comportamiento y desarrollo;
- una evaluación de las habilidades apropiadas para la edad, necesarias para completar las actividades diarias de forma independiente como comer, vestirse e ir al baño;
- preguntas sobre la historia familiar del niño.
Debido a que estos son trastornos complejos que a veces ocurren con otras enfermedades o trastornos del aprendizaje, la evaluación completa puede incluir análisis de sangre y una prueba de audición.
El diagnóstico formal y las recomendaciones para el tratamiento se basarán en los resultados de esta evaluación.
Diagnóstico en niños más grandes y adolescentes
A menudo, los padres, los maestros y otras personas que se encargan de los niños son los primeros en reconocer los síntomas de algún trastorno del espectro autista en niños mayores y adolescentes que asisten a la escuela. El equipo de educación especial de la escuela podría realizar una evaluación inicial y luego recomendar que estos niños vean a su pediatra u otro proveedor de atención primaria, o a un proveedor de atención médica que se especialice en los trastornos del espectro autista para una evaluación adicional.
Los padres u otras personas encargadas del niño pueden hablar con estos proveedores de atención médica sobre los problemas sociales que tiene, incluyendo problemas con la comunicación sutil. Estos problemas con la comunicación sutil pueden incluir dificultades para comprender el tono de voz, las expresiones faciales o el lenguaje corporal. Los niños mayores y los adolescentes pueden tener problemas para entender las expresiones con sentido figurado, el humor o el sarcasmo. También podrían tener problemas para entablar amistad con sus compañeros.
Diagnóstico en adultos
Con frecuencia, es más difícil diagnosticar los trastornos del espectro autista en los adultos que en los niños. En los adultos, algunos síntomas del espectro autista pueden coincidir con los de otros trastornos de salud mental, como el trastorno de ansiedad o el trastorno de déficit de atención con hiperactividad.
Cualquier adulto que note que tiene señales o síntomas de trastornos del espectro autista debe hablar con un proveedor de atención médica y pedirle que lo remita para que le realicen una evaluación de estos trastornos. Si bien todavía se están haciendo ajustes a estas pruebas en adultos, se le puede enviar a un neuropsicólogo, un psicólogo o un psiquiatra con experiencia en trastornos del espectro autista. Este profesional le preguntará acerca de:
- los retos enfrentados en la comunicación y la interacción social;
- los asuntos sensoriales;
- los comportamientos repetitivos;
- los intereses limitados.
La evaluación también puede incluir conversaciones con los padres y otras personas que alguna vez los cuidaron, así como con otros miembros de la familia para conocer el historial del desarrollo temprano de la persona, lo que puede ayudar a obtener un diagnóstico preciso.
Obtener un diagnóstico correcto de un trastorno autista como adulto puede ayudar a las personas a comprender los desafíos del pasado, identificar las fortalezas personales y encontrar el tipo adecuado de ayuda. Se están realizando estudios para determinar los tipos de servicios y de apoyo que pueden ser los más útiles para mejorar el funcionamiento y la integración en la comunidad de los adultos y los jóvenes autistas en edad de transición.